lunes, 24 de agosto de 2009

El Río y su cajón


El río azul cadaveriza la mitad de mí.
Y el sol lo intenta todo friéndome un pezón.
Confundiéndolo con los ojos de un suicida.
Y él lo intenta todo como buen cabrón.

La corriente no arrastra su barba con restos de otoño;
la corriente tira de mi pelo, tira y tira,
hasta arrancar todo un verano enredado.

Me quiere tanto que pica una cebolla por mí.
Mientras yo, petrificada, casi como una muertita,
cuento piedras como azulejos de baño.
Excluida y espantada, casi como una lauchita.

Él lo intenta todo, el fuego y la risa.
Él lo intenta todo, heroico y descalzo,
rescata mi ojota del río y su cajón.

El río azul cadaveriza la mitad de mí.
Ya soy de la corriente…
Y él lo intenta todo.