Y la euforia, ¿acaso es esto?
Enrojecernos solamente.
Solamente telas sin sombras.
Letales y completamente en pelotas.
Digo con la piel, así como me ves, digo.
Así, dibujo en este cuarto un faro.
Arderá a las doce en punto,
atenuando la mitad de un caramelo.
(¿Y acaso tiemblo por lo ardido?, ¿por lo frío?)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
No sabés cómo disfruto leyéndote, sinceramente tu poesía me gusta y me hace muy bien a la melancolía, a lalegría y a la pena...
Un abrazo
¡Gracias, Nico! a mi me pone feliz que guste mi palabrerío.
Otro abrazo para vos
Eso es, ese escalofrío, ese temblor de excitación y anhelo. De adrenalina y piel ardiendo por debajo.
por lo que aún no sabemos pero que está allí, en ese caramelo.
Besos.
faa, cada vez tengo menos palabras para decirte algo
hermoso
Publicar un comentario