martes, 7 de septiembre de 2010

Al borde de todo

Sentada, al borde de todo,

sobre un colchón resignado

a los resortes ajenos,

asusta presencia.

Su soledad no tiene fin

apunta a su espalda

y celebra el cuarto.

Es tarde y la luz de la noche está apagada.

Ni despojada piensa en el descanso.

De qué sirve ya desvalijarse.

Su soledad no tiene fin,

aureolada como una santa,

la hostiga.

Es tarde y la luz de la noche está apagada.

No hay ruido de heladera que arrope.

No hay poesía que calme.

6 comentarios:

Nicolás María Espert. dijo...

Ni habrá, o apenas entre los márgenes, me temo.
Beso.
Né.-

Miguel Ángel Maya dijo...

...Celebrar el cuarto, cuando no hay heladera que arrope, ya es algo que puede terminar en fiesta...
...Besos...

TORO SALVAJE dijo...

No hay poesía que calme...
Que cierre!!!
Me ha gustado mucho.

Besos.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Por cierto, Julieta, como te respondo en el blog del trompetista, he estado viendo en facebook las fotos de tu sur, y es tal y como me lo imaginaba...
...Besos...

FRANK RUFFINO dijo...

Estimada Poetisa:

Excelente texto, un placer leerte.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.

amante del absurdo dijo...

No conocía tu obra.
Muy bello poema (no lo digo por reciprocidad sino porque así lo pienso).
Hooper siempre inspira.

Felinamente
Lu