miércoles, 22 de diciembre de 2010

La escena es muy pituca


La escena es muy pituca.
Un felpudo de lana de oveja
nos garantiza la portada:
seremos las nuevas muecas.

Amigos increíbles
te regalarán un chaleco
a cambio de un buen show.

“Sos linda nena”
y arqueas una de tus cejas:
la ceja del año.

Y tu camisa de ese tipazo que fuiste
habrá pasado de moda y la regalarás
(a mí).

La escena es muy pituca
y en uno de tus besos titánicos
pienso en Belmondo:
pinta con un rosa chicle las uñas de mis pies.

Tu beso es blanco y negro
Jean-Paul saca el habano de su boca
es él quien sopla mis pies.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Lumen


Ahora sí,
Néstum
en helicóptero.
Toda la noche
lumen
toda la noche
piano.
Que hagas cumbre
cerca del lóbulo.
Ahora sí, nenito,
hazte omnipresente
ve y roba los brazos a Vishnú.
No cuelgues no cuelgues no cuelgues
¡om!
Ahora sí,
lo que me prometiste.
Sin pataleo ¿me darás lo que me prometiste?
Inflemos la luna y el que la pinche primero
tendrá el beso panorámico.
Ahora sí, nenito:
mi nombre tres veces cerca del lóbulo
y el universo es tuyo.

Para toda la noche lumen
toda la noche piano.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Preludio

No hay porqué darse a la fuga.
Termino mi trenza,
silbo, una y otra vez.

Todo lo que quiero se asoma hoy
en un sueño o una canción estúpida

Filibusteros, corsarios y snobs
navegarán en súplica de botín.

Y tantos bancos en las plazas
¿para qué? Si no podemos
elegir con quién sentarnos.

martes, 19 de octubre de 2010

El baile (alguien oyó este amor)

Un pájaro desorbitado nos comienza

reitera la escena sobre un cable.

Aletea: son los besos largos

que agitan la noche.

Baila para los adentrados,

para los que se tapan la boca

y dejan escapar un poco

(de miel).

Apenas otro poco

(de mi y él).

Para todo lo demás

donde no llega el cable,

hay un mundo a boca abierta

y en espera

(de una cucharada de lo nuestro).

jueves, 23 de septiembre de 2010

La memoria

Pasará, pasará, pasará

mufa un tata.

Y volverá, volverá, volverá

como todos los días el tren.

Las nubes pasajeras,

la hoja inmadura y arrancada,

lo bello y lo feo,

un día; no cualquier otro,

se refriega en su cara.

Las cortinas abiertas,

un cielo ingenuo posa,

insiste sobre la ventana.

Sanará, sanará y pasará.

De vez en cuando, el día es perverso;

dura lo que duele una nube pasajera.

viernes, 17 de septiembre de 2010

África suya

A las seis y media comienza, para mí, la tarde.

Cazadora de palabras mosqueantes

revientan a la hora del té

y esas manchas no salen.

¡Salvaje, no vuelvas!

Mi silueta, al igual que estas tierras,

duerme al costado del vacío.

Alguna vez, sí, habrán congeniado.

Es una gran selva el amor,

erosiona grietas y estrías

y suaviza al león.

¡Salvaje, no vuelvas!

de mi pollera, al igual que esas cebras,

te acordarás a la hora del té.

(De mi pollera, al igual que esas cebras,

¿te acordarás a la hora del té?)

martes, 7 de septiembre de 2010

Al borde de todo

Sentada, al borde de todo,

sobre un colchón resignado

a los resortes ajenos,

asusta presencia.

Su soledad no tiene fin

apunta a su espalda

y celebra el cuarto.

Es tarde y la luz de la noche está apagada.

Ni despojada piensa en el descanso.

De qué sirve ya desvalijarse.

Su soledad no tiene fin,

aureolada como una santa,

la hostiga.

Es tarde y la luz de la noche está apagada.

No hay ruido de heladera que arrope.

No hay poesía que calme.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Hombre alado

Hombre, ¿qué es lo que ves y tensa tu porte?

¿Será el tormento del don

que adivina tus pies en el suelo?

¿Qué harás, hombre? Anclando lunas con tu peso de niño.

Estás vivo y te inquieta el batir de tus alas.

Transparentes pero no invisibles

declaran y sentencian

desolación.

Hombre, fruncís tu boca.

Pero es inevitable,

con mate se hincha el cuerpo.

No hay silencio posible.

Es inevitable,

tu voz siempre será ruido de calle.

¿Qué harás, hombre? ¿Anclando lunas con tu peso de niño?

viernes, 13 de agosto de 2010

El bailarín

En sus ojos sólo se ven resonancias que exasperan.

Sus ojos, grandes depósitos de la incertidumbre,

apilan inmensas extensiones de ecos propios de una voz

resquebrajada

y al acecho de lo que va a venir,

de lo que fue,

del azul al albor,

del albor al azul,

de la danza inoportuna que lo ahonda y lo despierta y lo tumba

de la luz a la sombra,

de la sombra a la luz.

Para dejarlo bailando solo,

suspendido

en el mareo de una danza que añora porque ya no recuerda.

Acá terminó todo y comenzó todo y el azul aconseja .

Y su mano, su mano escuálida, aún late y percibe

cómo haces de rayos irrumpen y atenúan su soledad petrificada.

jueves, 15 de julio de 2010

jueves, 8 de julio de 2010

Ácaros de Invierno


Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet
compartamos la hornalla
y tu boca se acomode en alguna grieta de la mía:
la helada viene hacia nosotros.

Y nuestros cuerpos en el revuelco
del instante
se disuelven como copos.

Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet
te abrigues en mi saco de lana hasta formarse pelotitas
y tu boca sea una grieta de la mía:
la helada viene hacia nosotros.

ya no tendremos más que revolcarnos
al instante
la pava desafina gemidos y quema café.

Te invito a que miremos juntos el solsticio:
la helada viene hacia nosotros.

Y nuestros cuerpos en el instante
revuelco
se disuelven como pocos.

Ya somos
ácaros de otros libros.

miércoles, 16 de junio de 2010

Puedo hablarte de aquel perro
abandonado en Junín,
de cómo se quedo lamiendo
mi niñez.

(Sí, verdes, más oscuros en invierno)

De los años que pisé montañas
coleccionando flechas ancestrales.
Puedo hablarte aún con timidez
del primer chico que besé.

(Sí, un montón de lunares)

De música, libros. Cuando doy
besos en los ojos
porque quiero amar o
estoy aburrida.

(No quiero estar aburrida)

Del Falcon de juguete
que dejó vendada a mi madre
hasta los ojos
y de cómo nunca más comimos fideos verdes.

Puedo hablarte también
de cómo desearía que bajes
de esa gran cúpula
y me escuches.

jueves, 20 de mayo de 2010

No sé muy bien


Hay algo en la sombra que se anuncia,
barniza la calle y eso me hace feliz.
No sé muy bien si tiene algún sentido
prolongar oníricos vestigios
o pisarlo de un tirón.


Es que hay algo en la sombra que se anuncia
y en los rosales trepadores me descubre.
No sé muy bien si quiere
envolverse en el beso
o usarlo de mortaja.


Es que sí, hay algo en la sombra que se anuncia
y no sé muy bien si tiene algún sentido,
pero embadurna las calles
y me hace feliz.

sábado, 24 de abril de 2010

olvido


Las mujeres con sus años entonaron la canción
Y en esos dos minutos me colgué sintonizando
las arrugas de uno de tus ojos, rayando melodía.
Incierta y sin pasión.

No todo es eso, pescador.
No sólo es esto, pescador, más hondo es mi mar
y las ondas de mi pelo atesoran historia no leyenda.

Los hombres que pasean guardan un amor en la guantera
Y en ese recorrido olvido que soy dibujo para tus sirenas,
que la gracia pierde peso, que el cuerpo se endurece.
Seco y estoico.

Pero no todo es esto, pescador.
No sólo es esto, pescador.
Creé cuando te soplo un amor sin leyenda.

viernes, 9 de abril de 2010

Hielito Lindo

Y la euforia, ¿acaso es esto?
Enrojecernos solamente.
Solamente telas sin sombras.
Letales y completamente en pelotas.

Digo con la piel, así como me ves, digo.
Así, dibujo en este cuarto un faro.
Arderá a las doce en punto,
atenuando la mitad de un caramelo.

(¿Y acaso tiemblo por lo ardido?, ¿por lo frío?)

sábado, 23 de enero de 2010

Tiburones, canciones y veleros.

Vamos, que nada te pido.
Salvo exclamaciones.
Sólo tiburones en mi cuerpo.
Ni el tormento suspendido.

Que llegue la noche con su cáncer.
Que inunde la lluvia esta nube de locura.
Que venga.

Vamos, nunca nada te pido.
Salvo embarcaciones.
Sólo canciones subterráneas.
Ni el ánimo abatido.

Que llegue esa brisa finita.
Que invada esto que soy.
Que venga.