Luna
ocupa,
alumbra lo que falta.
Esta
vez,
sorprende
cómo apunta.
Le dio
a las grosellas;
lució
sus cuerpitos,
las
arrastró picando
el
dulce pendiente sabor a mar.
Flamencos
de vernis traman la mansa,
los
ginerios plateados sus plumas
(qué
más quiere)
Es por
el dulce sabor a mar,
apunta hacia todo lo que falta.